Cuentos de allí y allá
El sueño del hombre gris
Veo una habitación pintada totalmente de gris. En realidad
todo era gris, no sólo la habitación, me siento en una silla, lo que es extraño
porque antes no había una silla.
-Es invierno- dice el hombre gris que vivía en la habitación
gris. Yo sé que es invierno pero le digo que sí.
-Quien siembra dragones cosecha profesores de matemática-.
Contesto que sí a pesar de no comprender la lógica de mi gris compañero.
-Pienso, luego las paralelas se cortan en el infinito-. Cansado
le arrojo la tetera al hombre…
Pero la habitación gris ya no existe. Estoy en la casa de mi
abuelo, a él le arrojo el té, pero yo ya no soy yo, soy un yo niño y temo.
No quiero estar ahí. Me quiero ir. Quiero desaparecer. Él se
acerca y busco más teteras, pero se acabaron.
Trato de no gritar mucho, sino se enoja y me pega más. Y
pongo todas mis fuerzas en crear una habitación gris, y entonces viene la policía
gris y se lo lleva. Triste, floto en busca del hombre gris, pero no está, dejó
una nota:
“Los peces son rosas y la sangre es dolor”
Y suelo despertar con la cama mojada.