lunes, 8 de julio de 2013

La Brújula: Agua pa’ lavarse

Extravagancias de un prócer.

Por Juan De Cillis Dorin



El palacio San José fue quizás el edificio más lujoso jamás construido en nuestro país, teniendo en cuenta la época en que fue hecho.

Su dueño, que fue: Gobernador de Buenos Aires,  Director Provisional de la confederación Argentina para luego ser presidente de la misma y, además, Gobernador de Entre Ríos,  se llamó Justo José de Urquiza… escuchaste muchas veces ese nombre, ¿no?
Se rumorea que el hombre tuvo aproximadamente 111 hijos, de los cuales reconoció 23 (un número igualmente importante) y que, un día, decidió que era momento de retirarse de la vida política, construyendo una “casa grande con su primer millón, en donde quepa su corazón” ¡y sus hijos!, por lo cual, en 1848 comenzaría la colosal construcción del Palacio San José, la cual duraría 9 años.

La obra fue planeada por dos arquitectos diferentes (ambos Italianos) y un escultor (hermano de uno de ellos), además de tallistas, herreros, pintores y jardineros, todos traídos del extranjero especialmente para esta construcción. Está equipado con 38 habitaciones de gran tamaño, que dan todas a dos grandes y lujosos patios; además de: una capilla, dependencias de servicio, cocheras, una pulpería, un palomar que podía albergar hasta 650 palomas y, para satisfacer un pequeño capricho del director, presidente, “gobernador x 2”, un lago artificial de 20.000 metros cuadrados en el cual navegaban veleros de pequeño calado, y en sus playas se celebraban costosas fiestas.
Por último, su fachada está adornada con dos grandes torres simétricas (motivo por el cual se le cambio su nombre original “posta San José” por el de: “Palacio San José”).
Todo esto último nos puede resultar extremadamente lujoso, caro, suntuoso, y todos los adjetivos que conozcamos, pero, el detalle más impresionante del castillo, no era ni el palomar ni el número de habitaciones, ni mucho menos el lago artificial….
El palacio San José, fue ¡la primera casa con agua corriente en el actual territorio Argentino! 
Instalado en el año de finalización de la obra (1857) el palacio cuenta (¡porque aún funciona!) con un sistema que extraía el agua del Río Gualeguaychu, situado a 2 kilómetros de distancia, ¡¡y llenaba las fuentes y baños del palacio!!


En síntesis, podremos criticar del prócer, sus lujos extravagantes o gastos innecesarios, podemos considerarlo obsesivo en su gusto por las esculturas (las cuales eran de líderes de otra época, como Napoleón o Julio Cesar y adornaban los patios del palacio) o hasta podemos criticar su actuación en la batalla de Pavón, pero nunca se podrá decir… Que no era un hombre limpio.
 

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